Biotoxinas

¿Cómo se pueden controlar las biotoxinas y sus efectos?

En todo caso, se puede afirmar que en la actualidad ha aumentado la frecuencia, la intensidad y el área de distribución geográfica de las proliferaciones de algas tóxicas, así como la de las biotoxinas en la cadena trófica marina y es previsible que esta tendencia continúe en el futuro. Los motivos de ello, a parte de los avances tecnológicos en métodos de detección y diagnosis y la concienciación de la existencia del problema por parte de los investigadores, apuntan hacia el cambio climático, la eutrofización, el transporte de marisco de un lado a otro del planeta (acuicultura, etc.) y el transporte de dinoflagelados a través de las aguas de lastre de los barcos.

Este panorama, de un impacto económico de grandes dimensiones, ha justificado la puesta en funcionamiento a nivel planetario de una red de vigilancia de algas tóxicas y mariscos en aguas costeras en la que participan diversos centros de investigación nacionales bajo la coordinación del Laboratorio de Referencia de la Unión Europea de Biotoxinas Marinas (CRLMB). Las principales actividades de estos centros giran entorno a la planificación de programas de inspección y muestreo de las zonas de pesca y cultivo de moluscos y del análisis y tipificación de las toxinas. La vigilancia preventiva del litoral ha generado durante la actual década numerosos casos de alerta por marea roja y el cierre cautelar de muchas instalaciones de cría y cultivo afectadas.

En relación al establecimiento de umbrales de toxicidad, los límites legales para el control de la salubridad de los moluscos son actualmente los siguientes:

Tabla 1. Vigilancia de las biotoxinas marinas (OMS, 1989)

Toxina Tolerancia
PSP 80 μg/100 g
DSP 0–60 μg/100 g
NSP cualquier nivel detectable
ASP 20 μg/g ácido domoico

Las pretensiones actuales de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que propone rebajar estos índices de toxicidad permitida (por ejemplo: PSP de 800 a 75 μg/ Kg), están encontrando serias objeciones en el sector.

La depuración, por otro lado, es efectiva para la eliminación de bacterias fecales en moluscos pero menos efectiva en lo que concierne a los contaminantes virales (norovirus o hepatitis) y mucho menos aún para los vibriones (V. parahaemolyticus), las biotoxinas marinas, los metales pesados y los compuestos orgánicos (pesticidas). La depuración eficaz de estas substancias requiere unas condiciones previas de higiene en el cultivo, transporte y almacenamiento especialmente diseñadas para evitar las contaminaciones cruzadas pero no siempre aplicables por su enorme coste.

El control de las biotoxinas marinas a nivel de los fabricantes y de los consumidores particulares es muy difícil porque, por un lado, muestran una resistencia extrema a los tratamientos térmicos, con sal o de desecación y, por otro lado, los alimentos afectados no presentan ningún tipo de alteración que los pueda identificar como tales. Recientemente, los centros europeos de investigación en materia de biotoxinas han establecido en 400 gramos de músculo de marisco el valor de consumo apropiado para proteger a los consumidores contra los efectos graves de las biotoxinas marinas. Si tenemos en cuenta que el consumo doméstico de marisco es de aproximadamente 21 gramos por persona y día en Cataluña, podríamos decir que el valor confirmado se corresponde con una ración suficientemente grande de marisco. Si consideramos que en España se consumen más de 100 gramos de marisco sólo en 3 días de cada 100, se puede decir que continuar respetando estos hábitos es una buena medida a nivel particular para mantener bajo control el problema de las toxinas.

En Europa, instituciones como el Departamento de Salud y el Departamento de Agricultura, Alimentación y Acción Rural de la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la Dirección General para la Salud y los Consumidores de la Comisión Europea, la European Food Safety Authority y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición están trabajando para prevenir los problemas derivados de las biotoxinas.